Durante el verano, no solo la piel sufre las consecuencias de la exposición solar prolongada. El cabello también se daña, pierde brillo, se vuelve más seco, quebradizo e incluso cambia de color. Como dermatóloga, veo cada año en consulta los efectos acumulados de los agentes externos propios de esta estación. Por eso, es importante entender cómo afectan estos factores al cuero cabelludo y qué hacer para mantener una melena sana y protegida.

Si notas que tu pelo pierde vitalidad en vacaciones, este artículo te interesa. Vamos a repasar los mejores cuidados del pelo en verano, desde la prevención hasta el tratamiento postvacacional.

¿Qué daña al cabello durante el verano?

Existen varios elementos típicos del verano que afectan directamente a la estructura capilar:

• Exposición solar directa: los rayos UV degradan la queratina del cabello, resecándolo y debilitándolo.
• Cloro de las piscinas: altera el pH del cuero cabelludo y elimina los aceites naturales del pelo.
• Sal del mar: reseca, deshidrata y deja el cabello áspero.
• Viento y humedad: incrementan el encrespamiento y favorecen la rotura.
• Lavados más frecuentes: pueden eliminar la capa protectora natural del cuero cabelludo.

Como consecuencia, muchas personas presentan cabello sin brillo, puntas abiertas, caída estacional y aumento de la sensibilidad en el cuero cabelludo al final del verano.

¿Cómo proteger el cabello del sol y los agentes externos?

Aplicar una rutina preventiva durante esta temporada puede marcar la diferencia. Aquí te dejo algunas claves fundamentales para los cuidados del pelo en verano:

1. Usa protectores capilares con filtro UV

Del mismo modo que usamos protector solar en la piel, existen sprays y cremas capilares con filtros solares. Ayudan a evitar la deshidratación, pérdida de color y fragilidad. Es recomendable aplicarlos antes de salir de casa y reaplicarlos tras baños prolongados.

2. Aclara el cabello tras cada baño

Después de estar en el mar o la piscina, enjuagar el pelo con agua dulce ayuda a eliminar restos de sal o cloro que pueden seguir dañando el cabello incluso después de salir del agua. Este gesto sencillo es uno de los cuidados del pelo en verano más eficaces.

3. Usa sombreros o pañuelos

El uso de gorras, sombreros de ala ancha o pañuelos no solo protege la piel del rostro, sino también el cuero cabelludo y la fibra capilar. Especialmente importante en personas con cabello fino, teñido o con tendencia a la caída.

4. Reduce el uso de planchas, secadores y tintes

En verano, lo mejor es dejar que el cabello se seque al aire. Si es posible, evita tratamientos químicos agresivos o coloraciones durante los meses de más sol. El exceso de calor o decoloraciones puede potenciar el daño solar.

5. Hidratación intensiva semanal

Utiliza mascarillas o aceites capilares una o dos veces por semana. Ingredientes como el aceite de argán, karité o aguacate son excelentes para restaurar la hidratación y la elasticidad del cabello. Este punto es clave dentro de los cuidados del pelo en verano.

6. Cuida tu alimentación e hidratación

La salud del cabello también viene de dentro. Durante el verano, es importante mantener una dieta equilibrada, rica en antioxidantes, vitaminas (A, C, E, biotina) y minerales como zinc o hierro. Además, beber suficiente agua favorece el estado del cuero cabelludo.

¿Y si el daño ya está hecho?

A la vuelta del verano, es habitual ver un aumento de la caída del cabello. Esto se debe tanto al daño acumulado como al ciclo estacional. Si observas pérdida excesiva, fragilidad, picor o descamación, conviene consultar con un dermatólogo especializado en tricología.

En consulta, podemos evaluar el estado del cabello y del cuero cabelludo mediante dermatoscopia y pautar tratamientos regeneradores, como mesoterapia capilar, suplementos orales o productos específicos de uso domiciliario.

Conclusión

Los cuidados del pelo en verano no son solo una cuestión estética, sino también de salud capilar. Tomar medidas preventivas, proteger el cuero cabelludo y cuidar el cabello de forma específica en esta época del año puede evitar muchos problemas en otoño.

Si notas que tu cabello ha cambiado, se vuelve más fino, cae con más facilidad o se ve apagado, no lo ignores. Una revisión dermatológica puede ayudarte a recuperar su fuerza y vitalidad.

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