La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente al rostro y puede confundirse fácilmente con acné, dermatitis o piel sensible. Es mucho más común de lo que parece y, si no se diagnostica y trata correctamente, puede empeorar con el tiempo.

Como dermatóloga, en consulta veo muchos casos de rosácea mal identificada que han sido tratados con productos inadecuados o irritantes. Por eso, es fundamental conocer sus características y factores desencadenantes para abordarla de forma eficaz.

¿Cómo se manifiesta la rosácea?

Los síntomas más habituales de la rosácea incluyen:

• Enrojecimiento persistente en mejillas, nariz, frente y mentón
• Sensación de ardor, escozor o picor
• Aparición de pequeños vasos sanguíneos visibles
• Brotes de granitos o pústulas (tipo acné, pero sin comedones)
• En casos más avanzados, engrosamiento de la piel (rinofima)

Es importante destacar que la rosácea no siempre se manifiesta igual en todas las personas. Hay diferentes tipos: eritematotelangiectásica, papulopustulosa, fimatosa y ocular.

¿Qué empeora la rosácea?

Existen múltiples factores que pueden desencadenar o agravar los brotes de rosácea, como:

• Exposición solar sin protección
• Cambios bruscos de temperatura
• Comidas picantes o muy calientes
• Bebidas alcohólicas (sobre todo vino tinto)
• Estrés emocional
• Cosméticos irritantes o muy agresivos
• Uso de corticoides sin control médico

Identificar qué empeora tu rosácea es clave para poder controlarla.

¿Cómo se trata la rosácea?

El tratamiento debe ser siempre personalizado, según el tipo y la gravedad. Algunas opciones incluyen:

• Cremas con principios activos como metronidazol, ivermectina o ácido azelaico
• Antibióticos orales en casos inflamatorios moderados o severos
• Láser vascular o luz pulsada intensa para eliminar vasos sanguíneos visibles
• Rutina cosmética específica para pieles con rosácea, suave y sin perfume
• Protección solar diaria, fundamental en todos los casos

En nuestra clínica en Jaén realizamos una valoración individual para cada paciente, combinando tratamiento médico y consejos de cuidado diario adaptados a tu piel.

¿Tienes rosácea y no lo sabes?

Muchas personas viven años con enrojecimiento facial, sensación de calor o brotes sin saber que tienen rosácea. No es una cuestión estética: es una enfermedad que merece diagnóstico y tratamiento especializado.

¿Sospechas que puedes tener rosácea?

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La Dra. Leonor Revelles te ofrece un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adaptado a tu piel.
Cuidar tu piel es cuidar tu salud. Te esperamos.